En la Iliada se habla de un héroe muy fuerte que a diferencia de otros, él no recibía ayuda de los dioses, ni siquiera les pedía ayuda, este era Áyax. En la Iliada Áyax era un guerrero muy fuerte, pero algo testarudo he iracundo. La forma como murió Áyax fue trágica, pero se debió a una acción que él mismo cometió.
Tras el funeral de
Aquiles, se hizo una votación para decidir quién debería quedarse con su
armadura y sus armas. Los griegos eligieron a Odiseo por su sagacidad en vez de
elegir a Áyax por su fuerza. Áyax se sintió deshonrado y sintió una terrible
ira hacia los griegos. Áyax planeaba matar a los guerreros griegos para
vengarse, pero la diosa Atenea intervino e hizo creer a Áyax que el ganado eran
los soldados. Áyax degolló a los animales y se llevó a uno a su tienda pensando
que era Odiseo. A la mañana siguiente Odiseo se dio cuenta de que faltaba el
rebaño así que siguió sus huellas y se encontró con Atenea, ella le dijo lo que
Áyax había hecho. Después Atenea se
le apareció a Áyax y él le contó que estaba dándole de latigazos a Odiseo antes
de matarlo. Después de unas horas Áyax despertó de su locura y se dio cuenta de
lo que había hecho y decidió que prefiere terminar con su vida antes de
afrontar el deshonor que esto le traería. Tecmesa, la sirvienta y amante de Áyax,
le rogó que no se matase ya que ella y su hijo Euríses dependían de él. Áyax
hizo llamar a su hijo Eurísaces para hablar con él, pero después se va. Poco
tiempo después de que Áyax se fuera, llegó un mensajero diciendo que Teucro, el
hermano de Áyax, ha dicho que no le dejen salir de la tienda, lamentablemente
para ese momento, Áyax ya se había ido. Áyax se había
marchado hacia la montañas donde después de haber colocado la espada de Héctor
sobre el suelo, se dejó caer sobre ella para terminar con su vida. Cuando
Teucro se enteró de esto, se deprimió, pero cuando se disponía a enterrar a Áyax,
Menelao se lo quiso impedir como venganza por lo que Áyax había hecho. Después
de discutir, Menelao se fue, pero después Agamenón, rey de Grecia, intentó una
vez más evitar que Áyax sea sepultado. Teucro pensaba que su hermano no podría
ser sepultado hasta que llegó Odiseo y dijo que Áyax a pesar de haber sido su
enemigo, fue un buen guerrero y merecía ser enterrado y así se hizo.